jueves, 9 de agosto de 2012

Mientras lées


Una vez coincidí contigo en cierto lugar donde se postulaban descripciones de los pies que hallábamos en los libros. Me gustaba ofrecerte esos fragmentos, pero secretamente casi siempre creía que podía haberse descrito mejor.. Cierto que eso no me hacia creér que fuera yo quien pudiera. Sin embargo aquí te presento tardíamente lo que siempre hago para mis adentros; una de tantas posibles descripciones.
pies_en_la_mesa_feet_table

Me gusta mirártelos desde distintos ángulos y en distitnas actitudes. Cuando lées recostada, los miro apoyados con su planta en la almohada del sofá. La apretan con su presión de forma moderada. Porque tienen unos modales sauves y elagantes. Su apoyarse tiene firmeza pero tambien dulzura. El talón se afirma seguro y el arco toma dentro de sí una suave medialuna de nubes; pero tus dedos tocan apenas la tela. Los imagino en mi piel como una caricia que por ser apenas perceptible me hace querela mucho más.
Las puntas ordenadas resultan y redondas  contrastan con el leve filo de las uñitas, que se curvan en un sentido y casi nada en el otro, especialmente la mayor de ellas, de superficie surcada apenas de unas lineas expresivas de su crecimiento.
Para verlas debo mirar el reflejo de la luz en tu uña, o acariciarla sintiéndolas con mis incisivos o mi lengua. Pero entonces la risa te distrae de tu lectura y a veces si soy muy audaz, no puedes evitar quitárme rápidamente tu pie de mi alzance.

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